Hoy hemos vivido la cruda realidad de las carreteras secundarias indias, las autopistas, aunque llenas de vacas, camellos, ovejas y bisontes, sólo unen las grandes ciudades y para moverte de Orchha a Khajuraho nos ha constado 4 horas, más la típica parada de descanso, pero sólo eran 170 kilómetros. Carreteras estrechas, llenas de baches y con más presencia animal que en las autopistas, pero además atravesando pueblos o ciudades pequeñas aunque amplias en superficie que relentizaban aún más nuestro camino. Pero como ya he dicho, circular por la India nunca es aburrido porque además de los animalitos ves muchas cosas curiosas... Los hombres meando en cualquier sitio, incluso mirando al tendido (en el campo y en la ciudad), personas arrastrando con sus richsaws a pedales cargas inimaginables, coches de 5 plazas con 15 y 20 personas entre dentro y fuera del vehículo, vehículos averiados en medio de la calzada marcados con piedras en lugar de triángulos, etc, etc. Además nuestro guia nos cuenta cosas interesantes de las costumbres indias: castas, cremaciones, bodas, dotes....
Hemos llegado a Khajuraho a las 13,00 horas aproximadamente y hemos ido al hotel, donde hemos comido unos plantos algo más picantes de lo habitual, pero muy sabrosos. Hoy lentejas y cordero con yogourt y especias varias, que por cierto llevaré a casa, ya que he comprado unas muestras.
Por la tarde visita al pueblo con un sol de justicia aunque en la sombra era soportable la temperatura y nos vemos rodeados por niños que quieren llevarnos a sus tiendas. Nos persiguen hablando algunos hasta casi un perfecto español "aquí caca de loros"..(efectivamente he leído que en ese sitio por las tardes hay loros montando escándalos), aunque todos te dicen hola, de donde eres, como te llamas, cuanto tiempo estarás en Khajuraho... Tras un rato en los que no nos podíamos deshacer de ellos nos hemos metido en el Raja Café, recomendado por la guia Lonely Planet y es cierto que tiene muy buena pinta, así que esta noche iremos a cenar allí, pero en rickshaw, que aunque puedes sacarlo por la mitad o menos, les pagamos 50 rupias por el trayecto (80 céntimos de euro) y así evitamos la marabunta infantil. No vale la pena regatear más por tan poco dinero.
En fin, un día de transición, porque lo bueno del pueblo que es de las cosas más curiosas del viaje lo dejamos para mañana por la mañana prontito, cuando no pegue tanto el sol.
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