domingo, 3 de julio de 2011

Primer día en Delhi

Aquí son casi las 9 de la mañana del día 4 de julio, aunque para mi cuerpo son las 5,30 con apenas un par de horas de sueño,
Ya he llegado a Delhi, estupendo vuelo que ya os contaré y me han traído al hotel y he desayunado algo de comida india, así que voy a coger un taxi y me voy para el centro a ver que me encuentro. Me iré a Connaught Place, el centro de Nueva Delhi y patearé la zona hasta la hora de comer.

Resumen del día en Nueva Delhi: Todos los paquetes de viaje normalmente están un sólo día en Delhi y es razonable porque no hay mucho que ver, de hecho yo veré lo sustancial, pasado mañana con el grupo al que me uno.
En Connaught Place, me ha pasado todo lo que indica la guia Loney Planet que te puede pasar. Me han puesto una mierda en el zapato para luego intentar limpiarla, no han tenido éxito, me la he quitado yo sólo y en el hotel con una toallita húmeda... arreglado. Luego cada dos minutos aproximadamente se ha acercado un jóven a intentar hablar conmigo y ofrecerme dudosas oficinas de turismo y estupendos lugares de compras. Hay que reconocer que son educados pero muy pesados y lo mejor es ignorarles y abondonan a los 15 pasos.
Lo más gracioso, por decirlo de alguna forma, ha sido después de tomar un café, me he ido caminando hasta el Jantar Mantar, una visita más que prescindible y luego al templo Sikh, aunque no he entrado porque lo haré el miércoles con el grupo. Tras esta visita se ha acercado un simpático indio que ha insistido en darme indicaciones de vuelta hasta Connaugth Place y aunque lo estaba intuyendo ha sido capaz de enviarme hacia el otro lado, posiblemente por ignorarlo la primera vez (con éste me he encontrado tres veces y las tres me ha liado el muy cabrón), luego me ha pillado otro que debía ser amigo porque hablaba sospechosamente por teléfono y cuyo único interés es que me acercára a un centro comercial, hasta que he visto que efectivamente iba en dirección contrario, así que he cogido un rickshaw y me he vuelto para el hotel. Hay que reconocer que tienen gracia, porque son supereducados independientemente de que sean unos plastas.
La ciudad, además de tórrido día con alta humedad, es posiblemente la más sucia que he visto hasta ahora y hay montones de gente tiradas por la calle, eso sí, no se meten con nadie, como perros en la sombras. Lo difícilmente descriptible son los olores, si bien después de oir tantas advertencias desde España, son más que soportables y te haces a ellos con relativa facilidad. En general a falta de ver los monumentos más destacados, la ciudad, descontado los grandes jardines de la zona nueva, es más fea que Pizio.
El tráfico insufrible en algunas zonas y ciertamente peligroso ya que los coches pasan olímpicamente de los ricksaws, que yo con uno que he probado para que no me lo cuenten, ya tengo bastante, además me ha cobrado una propina por su cuenta de 20 rupias, que como vienen a ser 30 céntimos no ha valido la pena discutir. Un trayecto de unos cinco kilómetros de tráfico infernal por menos de 2 euros.... aunque por uno más puedes tener un taxi como el de esta mañana con aire acondicionado, aunque le ha costado más de un minuto arrancar. El indio taxista me ha dicho que es un good car y la verdad es que no estaba mal (debe ser una marca india).
Así que definitivamente he decidido dedicar la tarde a pasar el jet lag, con lectura, spa y comida india, algo occidentalizada y poco picante en el hotel, pero muy sabrosa. También he probado el té indio "chai" y el pan "naan", deliciosos ambos.
Bueno, mañana creo que me voy a coger al taxista del Good Car y que me lleve y me recoja al Museo Nacional y a un restaurante indio autóctono que quiero probar.

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