PEKÍN (Reuters) - China ha cerrado el Tíbet a los extranjeros de cara al 90 aniversario del Partido Comunista chino el 1 de julio, dijeron el jueves agencias de viajes de la región donde muchos tibetanos han sufrido bajo el régimen chino.
China, sensible a la inestabilidad o a cualquier otra amenaza percibida por el partido único en el poder, desconfía de los extranjeros en sus zonas fronterizas de minorías étnicas, que denomina "regiones autónomas", especialmente ante unos aniversarios con una fuerte carga política.
"Es una regla nueva por las celebraciones del 90 aniversario", dijo un agente de viaje en un gran hotel occidental en la capital tibetana, Lhasa, a Reuters, bajo condición del anonimato. "Incluso en un grupo turístico, los extranjeros no pueden venir".
Una agencia de viaje con sede en Pekín dijo que se le había notificado hace meses que los extranjeros no tendrían permiso para entrar en Tíbet durante julio pero esperaba que la restricción se levantara a tiempo para los importantes festivales tibetanos de agosto.
"Hemos tenido que hacer un montón de cancelaciones, pero no sabemos las razones que hay detrás. Tal vez tiene que ver con algo político", dijo un agente de viajes con sede en Pekín por teléfono.
"Estamos decepcionados porque hemos perdido mucho dinero. Sencillamente hemos tenido que decir a los clientes que lo sentimos".
En mayo, Pekín dijo a los extranjeros que no incitaran a la inestabilidad en su vasta región del norte de Mongolia Interior, después de que unas inusuales protestas de mongoles provocadas por la muerte de un pastor captasen la atención internacional.
La portavoz de Exteriores Jiang Yu ha dicho que ciudadanos extranjeros tenían un "motivo oculto" e intentaban usar el incidente para "causar problemas".
Los extranjeros siempre necesitan permiso para viajar a Tíbet, pero el gobierno periódicamente coloca a zonas tibetanas fuera de los límites.
En abril, se prohibió a los extranjeros entrar en zonas de étnica tibetana en la vecina provincia de Sichuan, donde tibetanos exiliados y activistas dicen que las autoridades han bloqueado un monasterio budista tibetana después de que un joven monje se quemara a lo bonzo hasta morir.
El portavoz del Ministerio de Exteriores Hong Lei dijo a los periodistas en una reunión rutinaria que no "tenía conocimiento" de la prohibición.
Muchos tibetanos soportan el régimen de Pekín en medio de temores de que una afluencia de chinos Han diluya la población tibetana.
No obstante, el gobernador del Tíbet designado por China, Padma Choling, destacó el crecimiento económico de dos dígitos de 18 años de cara al 60 aniversario del régimen chino en la región, y dijo que China había rescatado al Tíbet de miles de años de servidumbre feudal.
Las tropas chinas marcharon sobre el Tíbet en 1950 y el líder espiritual del Himalaya, el Dalai Lama, huyó a India nueve años después tras una fallida rebelión.
China, sensible a la inestabilidad o a cualquier otra amenaza percibida por el partido único en el poder, desconfía de los extranjeros en sus zonas fronterizas de minorías étnicas, que denomina "regiones autónomas", especialmente ante unos aniversarios con una fuerte carga política.
"Es una regla nueva por las celebraciones del 90 aniversario", dijo un agente de viaje en un gran hotel occidental en la capital tibetana, Lhasa, a Reuters, bajo condición del anonimato. "Incluso en un grupo turístico, los extranjeros no pueden venir".
Una agencia de viaje con sede en Pekín dijo que se le había notificado hace meses que los extranjeros no tendrían permiso para entrar en Tíbet durante julio pero esperaba que la restricción se levantara a tiempo para los importantes festivales tibetanos de agosto.
"Hemos tenido que hacer un montón de cancelaciones, pero no sabemos las razones que hay detrás. Tal vez tiene que ver con algo político", dijo un agente de viajes con sede en Pekín por teléfono.
"Estamos decepcionados porque hemos perdido mucho dinero. Sencillamente hemos tenido que decir a los clientes que lo sentimos".
En mayo, Pekín dijo a los extranjeros que no incitaran a la inestabilidad en su vasta región del norte de Mongolia Interior, después de que unas inusuales protestas de mongoles provocadas por la muerte de un pastor captasen la atención internacional.
La portavoz de Exteriores Jiang Yu ha dicho que ciudadanos extranjeros tenían un "motivo oculto" e intentaban usar el incidente para "causar problemas".
Los extranjeros siempre necesitan permiso para viajar a Tíbet, pero el gobierno periódicamente coloca a zonas tibetanas fuera de los límites.
En abril, se prohibió a los extranjeros entrar en zonas de étnica tibetana en la vecina provincia de Sichuan, donde tibetanos exiliados y activistas dicen que las autoridades han bloqueado un monasterio budista tibetana después de que un joven monje se quemara a lo bonzo hasta morir.
El portavoz del Ministerio de Exteriores Hong Lei dijo a los periodistas en una reunión rutinaria que no "tenía conocimiento" de la prohibición.
Muchos tibetanos soportan el régimen de Pekín en medio de temores de que una afluencia de chinos Han diluya la población tibetana.
No obstante, el gobernador del Tíbet designado por China, Padma Choling, destacó el crecimiento económico de dos dígitos de 18 años de cara al 60 aniversario del régimen chino en la región, y dijo que China había rescatado al Tíbet de miles de años de servidumbre feudal.
Las tropas chinas marcharon sobre el Tíbet en 1950 y el líder espiritual del Himalaya, el Dalai Lama, huyó a India nueve años después tras una fallida rebelión.